Escenas violentas y viles salidas de no sé qué recóndita cresta con filo cerebral. Veo a mis amigos y conocidos discutiendo contra las masas, vapuleados por sus familias, estigmatizados por cierto líder lunático de Cuba o emblemático de la izquierda global, ripiados por la policía uniformada de verdeolivo o con pulovitos patrioteros de soldado civil, metidos en modernos autos con aclimatación, machados por el cuño corrosivo de un fiscal oficial ya a punto de dictar sentencia....
Imposible descansar. Y así ocurre y recurre todas las madrugadas de Lawton, La Habana, América. Marzo mortífero de 2010. Levantarse exhausto. Con ojeras. Ronco. Con calambres. Renqueante. A medio camino entre la paranoia endémica y la política enferma de esta parodia pétrea y pútrea de país..."
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