miércoles, 29 de diciembre de 2010

Interpretaciones...


" El pueblo que comete el error de asumir ser esclavo, lo paga siéndolo por mucho mas tiempo".

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sábado, 25 de diciembre de 2010

Ná es eterno

“que desgraciao es mi sino
que nadie me da calor
dondequiera que me arrimo”

Conocí al Camarón en el Tablao de Torres Bermejas en Madrid. A dos minutos de la plaza Mayor, esquina Gran Vía. Yo venía de algunas relaciones tormentosas y quise coger aire en aquel Madrid de finales de los setenta. Nos entendimos rápido. A él le interesaba mi historia y a mí la suya. Era un tipo silencioso, enigmático, introvertido y llano, áspero y a la vez, próximo. Iracundamente benigno y sentimental.
Por aquel entonces se sentía culpable de ser libre, y cantaba con el sabor dulce del arrope metido en la garganta. Lo conocí, como dije, una noche en aquel tablao y a partir de ahí nos hicimos inseparables. Nos ligamos de por vida. Sus conocidos nunca me miraron bien. Aún tengo presente la mirada ejecutora y fija de Paco de Lucia cuando nos presentó José. Yo nunca quise entrar al trapo. Después, cuando el espacio quedaba mudo jugábamos a ser perpetuos. Lo acompañé infinidad de ocasiones por su barrio nativo allá en San Fernando. Ese barrio de las callejuelas donde se mantenía vivo. Donde olía a jondo, muy jondo y donde se palpaba ese vicioso hedor de la derrota. Le cogía del brazo cariñosamente cuando paseábamos por la calle Real a esas horas desoladas del alba, cuando las gaviotas asomaban en el horizonte.
Ahora que ya no está me acuerdo mucho de él. Ese aroma a noche y a misterio. Sus pelos largos, sus pantalones de campana, y la grifa. Mucha grifa. Recuerdo esa luna taleguera y creciente tatuada a fuego en el pellejo de su mano, justo al lado de la estrella de David, el cigarrillo vivo entre sus labios y su poblada barba agitanada. Su voz arañaba la dulzura. Su abatido quejío traspasó las esencias de su pueblo. Yo lo vi. Yo estuve allí. Desde aquella noche en el tablao fuimos las dos partes de un todo.
Permitidme que me presente. Me llamo Candy Brown Sugar. Jaco, para los amigos.
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lunes, 20 de diciembre de 2010

Síntesis de La Ley Sinde...(scargas)

La industria del copyright movió un dedo y se enviaron cartas advirtiendo de acciones legales. Cuando las cartas se ignoraron, la industria movió un dedo y se interpusieron las acciones judiciales. Cuando los jueces resolvieron en favor de denunciados y demandados, la industria movió un dedo y se recurrieron las resoluciones. Cuando volvieron a perder en los juzgados, la industria movió un dedo y desaparecieron los jueces.

por David Bravo @dbravo 


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Pororoca.

Dos veces al año, entre los meses febrero y marzo, las aguas del océano Atlántico penetran en la desembocadura del río Amazonas, provocando una de las mayores olas del mundo y la más larga jamás registrada.
La brisa ruge como una manada de leones listos para devorar a su presa. Su ruido predice su fuerza, y al verla, todo confirma ese pronóstico. La Pororoca, esa temible ola que recorre el Amazonas rio arriba, se lleva consigo todo lo que encuentra en su camino. Los indígenas que anidan en las lindes del gran río, se preparan durante todo el año para sobrevivir a sus efectos. La ola homicida anega pueblos enteros y sumerge tierras. Su sonido es aterrador y puede oírse incluso media hora antes de que la gran marejada llegue al lugar. Es temida, una pesadilla sin igual para quienes allí viven. Han aprendido desde niños a convivir con ella. Su aullido anuncia destrucción, caos y desolación.
Miguel de la Quadra-Salcedo, -grande entre los grandes-, la conoció y la describió como nadie recién entrados los años sesenta. Y yo, que siempre ando con cierto retraso, no tengo la menor duda. El planeta tierra es un ser vivo. Un ente tierno y en ocasiones, poco compasivo,  con sus arterias y sus venas; con sus retales de locura, de simpatía e indigestión. Ahora, como digo, no tengo ninguna duda. De cuando en cuando, la tierra se queja, nos increpa y no escuchamos. Ni siquiera oímos. Nos avisa. No quiere que le escupamos a los ojos. No le gusta, como a los pesetos, que le vomitemos de noche en el asiento trasero del carro.
P.D. En fin, que Felices Fiestas a todos los que, de cuando en cuando, visitan este pozo. Haced el bien. Cabrones.
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jueves, 16 de diciembre de 2010

La ley Sinde ... (scargas)

Es deber de los ciudadanos españoles impedir la aprobación de la “Ley Sinde” 

No parece ser el caso en España. Después de un manifiesto con un impacto muy profundo, cientos de textos, artículos y posts, demostraciones públicas de rechazo, y la revelación (por medio de WikiLeaks) que la “Ley Sinde” fue llevada a cabo a base de presiones del lobby del copyright estadounidense el gobierno español, en una clara demostración de soberbia, decide intentar una aprobación express de la Ley de Economía Sostenible (donde se encuentra la disposición del cierre de webs sin orden judicial) por medio de una reunión única de la Comisión de Economía que se llevará a cabo el proximo martes 21 de diciembre.

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sábado, 11 de diciembre de 2010

Interpretaciones ...

" Ya dije alguna vez que a un ser humano se le conoce menos por lo que dice que por sus amigos. Y por sus enemigos"
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jueves, 2 de diciembre de 2010

Con gustillo.

Leo con gustillo el libro que me regaló mi socio el Buitre. Un libro de política y economía actual que pone los puntos sobre las íes en esta España que se desmorona con el paso de los días. El licenciado Recarte destripa con particular simpleza el mal funcionamiento de los bancos centrales, la política proteccionista de los gobiernos, el endeudamiento siniestro y a cara perro de España para financiar fiestas, putas y desmanes de consumo exagerado que nos han llevado a la situación en la que nos vemos inmersos en la actualidad. Me cae bien ese puto calvo. No coincido en el fondo, claro, desde mi condición libertaria hay ciertas cosas que nunca podría asumir. Aunque sí en la forma que advierte que esto se va al garete.
Mientras buceo en sus páginas me doy cuenta que las navidades ya no quedan tan lejos. Esos días de misericordia donde los poderosos, -y los que no lo son tanto-, practican la jodida bondad de la forma menos natural que puede existir. En las fechas señaladas. El resto del año, a chuparla. A parla. En fin, que mientras me baño en números y en tablas económicas me doy cuenta de que me quedan pocos libros sin leer en mi chabola y que tendría que hacer acopio de unos cuantos para pasar estos días de ocio e inanición de la mejor forma que sé. O que puedo. Y como la puta clemencia acabamos practicándola todos, -a los que no nos gusta, y a los que sí-, a mi me blandea leer novelas. Así que si de limosnas estamos hablando, yo prefiero un buen lomo para calibrar el tiempo. Para disfrutar. De papel, claro. El otro, el embuchado, ese símbolo fálico y desgarrador, os lo podéis meter por el ass. En Ingles, si, que no se diga que no estoy cultivao. Ahí van algunas de mis pretensiones, aunque acepto calderilla:
* Alexander Solzsenitsin: “Archipiélago Gulaj”. Mis mas sinceras gracias, Francisco. Eres el Rey.
* Enrique Cirulés: “Mafia y mafiosos en La Habana”.
* Pedro Juan Gutiérrez: “Trilogía sucia de La Habana”.
* Antonio Escotado: “Los enemigos del comercio”. (Este lo tenía y lo leí, no sé quién fue el cabrón que lo sacó de mi cabaña y no me lo devolvió).
* Daniel Stulin: “Operación Octopus”.
Mientras tanto sigo en el Sur, de donde nunca me marché. Y sigo esperando la mejor literatura, aquella que no tiene otra puta finalidad que la de entretener.