jueves, 25 de febrero de 2010

miércoles, 24 de febrero de 2010

Mi sincero recuerdo.

Se llamaba Orlando Zapata Tamayo. Murió ayer al caer el sol. Tenía 42 años. Era albañil y fontanero. En vida, se entregó a la misión encomendada por su conciencia: la libertad, la justicia social y los derechos humanos. Nació en Santiago de Cuba un año antes de aquel Mayo del 68 en París que puso contra las cuerdas al Charles de Gaulle.

Fue detenido en La Habana en Diciembre del 2002 por ser uno de los promotores de la peña del Parque Central, dedicada a discutir en la calle, libremente y desde el dialogo, el proyecto Varela. Acusado de desacato fue condenado inicialmente a 3 años de talego. Después, debido a unos tremendos dolores provocados por la estancia prolongada en el penal, golpeó los barrotes de su jaula con intención de pedir ayuda a sus guardianes, cosa que le reportó, previo juicio sumarísimo, que le aumentaran la pena hasta los 30 años. No era un puto loco terrorista, ni un conspirador contra el régimen, ni uso nunca la violencia. No era un fanático ni un sectario. Ni mucho menos era extremista ni radical. Porque no lo era y por mucho más, empezó una huelga de hambre el pasado 3 de Diciembre. El día antes, lo molieron a palos los malditos carceleros que lo vigilaban. El mismo día que lo trasladaron empezó el último capitulo de su serena lucha. La que le llevó a la muerte.

La vida de Orlando ha sido agregada hoy a una lista muy larga y dolorosa de nombres de mujeres y hombres valientes que lo han dado  todo de sus vidas para lograr una Cuba libre. Hasta cuando.

No quiero decir más que aquí, salvo honrosas excepciones, nadie le hizo ni puto caso hasta hoy. Cuando aún huele a mortaja en el viento. En este momento todos lamentan lo ocurrido.

Ahora con este gobierno de la izquierda espectral y sideral, el mismo que habla de recuperar la Memoria Histórica, ahora sería buen momento para recordar que hay una izquierda de verdad, no inventada, forjada en la memoria de hombres como Orlando Zapata. Y que está teniendo demasiado conformismo. Hasta que se le hinchen los cojones. Entonces se verá.

Que la tierra te sea ligera Orlando!

martes, 9 de febrero de 2010

Que empiecen por ellos.

Son como nosotros en el aspecto, pero no en el fondo. En el aspecto son humanos, gente limpia y solidaria que te rilas, que nos está haciendo el favor de preocuparse por nosotros; por nuestros intereses. En la forma nos llevan a la ruina o a la guerra. Siempre la guerra lleva a la ruina y, en ocasiones, también sucede al contrario. En el fondo se lo llevan limpio y al bolsillo. O a la cuenta bancaria de las Bahamas; o a Gibraltar que está más cerca y se respira andaluz; olor a mar y a pescaito frito. Todos, al final de su carrera política, lo tienen completamente atado y bien atado. Todos con sus hedge founds o sus sicav o su puta madre.

En Cataluña, republica independiente de su casa que es particular, Jordi “Joda” Puyol dejó amarrado su futuro. También el de Maragall y el de Montilla, que merendilla. Por supuesto incluso el de los que vengan después. Ellos cobrarán 76.800 € anuales limpios de polvo y pajas durante los diez años posteriores al retiro. Después los afilados lumbreras recibirán una pensión de 57.000 € de manera vitalicia.

Manolito Chaves, ex-emir de Al-Andalus, podrá elegir (¡Que decisión, por Dios!) entre el 60% del salario que recibía como presidente andaluz (prebendas aparte) o el 80% de su sueldo de Vicepresidente tercero y ministro de cooperación territorial. En esta segunda faceta tan interesante para el ciudadano común de a pie, tendrá que dirigir la negociación de las financiaciones autonómicas que sirven, entre otras cosas, para pagarse sus ostentosas pensiones.

Los ex-presidentes valencianos, por hablar de mi tierra que es rica en arroces y en hembras de vulva carnosa y mirada cálida, tienen pactado una pensión de 76.000 € durante los quince años posteriores a su cese en el cargo. Con dos cojones. Vamos, como el común de los mortales.

La mayoría de los consejeros autonómicos también perciben un buen pellizco de las arcas comunes al dejar sus i-responsabilidades. Si. Como el i-phone o como el i-pad. Humo y viento. Los pactos de los parlamentos autonómicos incluyen indemnizaciones de hasta un 50% del salario de manera indefinida por dejar el cargo en algunas comunidades.

En cuanto a los diputados y senadores, a ellos les basta con cotizar un mínimo de once años para cobrar pensión. Ellos, gente sabia y docta donde las haya, se lo han escalado por la presión del cargo, la sensatez, el juicio, la prudencia, la cordura, la inteligencia y el estrés de su día a día. El beneficio les llega a partir de los siete años cuando se envainan el 80% de su jubilación máxima. A los nueve, un 90% para la faltriquera.

Los diferentes presidentes del gobierno de esta miserable tierra de vividores y gualtrapas también se han blindado su futuro, que os ibais a pensar. Cuando lo dejan o los echan que para ellos viene a ser lo mismo, cobran el 80% del salario durane dos años. Unos 85.000 € pal cuerpo, que nunca vienen mal. Después, al jubilarse, perciben esa misma cantidad hasta el fin de sus días.

Todo lo anteriormente comentado y explicado no tiene ninguna letra pequeña. Además de lo dicho, esta casta de bandidos puede cobrar salarios adicionales de la empresa privada por sus nuevos trabajos, pensiones complementarias por diferentes cargos, salarios pagados por sus partidos políticos con cargo a los impuestos generales, presidencias honoríficas de compañías, etc. etc. etc. Oseasé, un largo etcétera.

Y ahora nos vienen con la monserga de que tienen que aumentar la edad de jubilación y los periodos de cotización para salvar el sistema. Ese mismo sistema que les llena los bolsillos. No tengo ganas de mentaros a vuestras madres ni a vuestros familiares. Hoy no. Lo he hecho con gusto y lo seguiré haciendo pero esto es demasiado para sacar el cinismo.

Las reformas laborales deberían empezar por vosotros. Parásitos. Vividores. En su cuarta acepción, para que quede clarito el mensaje.

Cuentas Redondas

¿De los 320 millones recaudados por la SGAE se queda con 180 por que no sabe a que autores corresponde? No me lo puedo creer.

jueves, 4 de febrero de 2010

Nada de esto fue un error.

Si, tú. Que mandas. Tú. Que diriges. Eres un cabrón con pintas. Un mentiroso de medio pelo. Un loco iluminado. Un peligro.

Mi manifiesto.

Al hilo de la última noticia aparecida en prensa sobre la última de la SGAE, he decidido hacer mi propio manifiesto y poner los puntos sobre las jotas. O era sobre las íes.
En fin, que aquí os lo dejo:

1. Hago este blog bajo mi absoluta irresponsabilidad. Como es lógico.
2. Es una visión personal y subjetiva de la forma en que veo, vivo y me bebo la vida.
3. Los actos de injusticia, de abuso de poder o autoridad, las restricciones sobre las libertades individuales, los atropellos, las injusticias, todas las situaciones que me pasan por la bellota al caer el día me siento en la obligación de comentarlas desde mi óptica personal. Desde mi visión desenfocada de la misma. Desde la subjetividad de mi sujeto subjetivo.
4. No existe razón externa que me prohíba o me frene a publicar lo que me parezca, a dar una opinión, o criticar lo que me venga en gana, o incluso a alabar lo que me agrada.
5. No me debo a nadie cuando escribo lo que escribo. Tampoco cuando lo pienso. Ni siquiera cuando no lo pienso.
6. La información, como la música y la cultura, no pertenece a nadie. Nadie nos la puede negar.
7. Si. Yo también tengo en mi casa algunos cedes piratas.

miércoles, 3 de febrero de 2010

El Perez-Reverte...

Llevo unos días acordándome del maestro. Recién terminé de leer su último libro y aún sigo buscando algo de él que aún no haya leído. Creo que ya no me queda nada, así que de momento tendré que esperar. Mi librero tiene cuadrada la fecha en que sale su asedio y me lo va a reservar. Cuando esté, me llamará como suele hacer. Tan puntual el cabrón. Menudo lince…

Quisiera saber el secreto de su estocada maestra. Como dijeron por ahí, me gustaría estrecharle la mano con la que escribe. No admite comparaciones porque es único. Los derroteros de su vida lo arrojaron a los peores lugares del mundo debido a su trabajo. De cada una de esas fiestas salía ileso y lo contaba, en primera línea, en los titulares del telediario. Después, o al mismo tiempo, tuvo algún programa en la radio. Eso no lo recuerdo bien. De pardillo inicial, -como todos cuando empezamos en algo-, se convirtió en viejo zorro. Con los años. Luego, quizá cansado, le dio por revolucionar algo en este oficio de putas que es la escritura. Y ahora es el puto amo. Todavía me viene a la memoria el olor astroso y a metralla que desprendía en su Territorio Comanche. Aquello fue hace muchos años. Después vino todo lo demás.

Admiro la forma en que se lo gasta el canalla, la manera de narrar. Como no podía ser de otra forma es rigurosa, documentada, didáctica. Y por todo eso y mas, es hermosa. También escupe como nadie a los que se andan por las ramas y eso es importante en este puto país de sinvergüenzas y vividores. Siempre debe haber alguien, aunque él no lo quiera y le joda mucho, que sea la voz de los sin voz. De los que nunca serán escuchados. Pero ya no le voy a dedicar mas agasajos que igual un siglo de estos me lee estas letras y se me corre. El muy hijoputa.

Así que hoy, y desde esta fosa le brindo todo el éxito para su próxima novela. Cuando salga y la recoja, dejaré por un tiempo lo que lleven mis manos y colgaré el cartel de No me jodan. Después, me serviré un Roncola antes de ponerme a disfrutar de la historia que arranca en el Cádiz de los tiempos de Napoleón. Del petit cabrón, como acostumbra a llamarlo él. De cuando sus tropas asediaban la ciudad y los gaditanos descorchaban las granadas...

Enhorabuena socio, me tienes encandilado. En su segunda acepción. Sin mariconadas.


El Asedio, de Arturo Pérez-Reverte saldrá el próximo día 3 de Marzo.

lunes, 1 de febrero de 2010

Radiografía de La Habana.




Mucho mas asustados que yo...

El viernes estuvo complicado desde el principio, no lo niego. En la mañana nos faltó Claudio, profesor de fotografía en la Academia Blogger, porque un agente –que apenas si le enseñó un deslucido carnet con las siglas DSE– se lo llevó detenido. En nuestra casa, después de las clases, hicimos una pequeña fiesta para celebrar el primer aniversario de Voces Cubanas, que ya exhibe26 sitios personales en tan breve vida. Recuerdo que en medio de los abrazos y las sonrisas alguien me dijo que me cuidara. “En un sistema así no hay manera de protegerse ante los ataques del Estado”, le dije, en un intento por espantar mi propio miedo. Alrededor de las seis de la tarde, íbamos a una reunión familiar. Mi hermana le regaló hace 36 años –por el día del ferroviario– su primer llanto de bebé a mi padre, en medio de la madrugada. Hasta Teo, con su adolescencia renuente a participar en actividades de “viejos”, aceptó acompañarnos. Allá nos esperaba el típico cumpleaños de fotos, velas por apagar y “Felicidades Yunia en tu día, que lo pases con sana alegría….”. Sólo que varios ojos que acechaban tenían otro plan para nosotros. En medio de la avenida Boyeros, a escasos metros del MINFAR y de la oficina de Raúl Castro, tres autos detuvieron al miserable Lada que habíamos tomado en una esquina. “Ni se te ocurra pasar por la calle 23, Yoani, porque la Unión de Jóvenes Comunistas está haciendo allí una actividad”, gritaron unos hombres que se bajaron de un Geely de fabricación china que me evocó un fuerte dolor en la zona lumbar. Algo similar viví ya en noviembre pasado y hoy no iba a permitir que me metieran en otro auto de cabeza –esta vez– junto a mi hijo. Un hombre enorme bajó del vehículo y comenzó a repetir sus amenazas. “¿Cómo te llamas?” fue la respuesta pregunta que nunca tuvo el valor de responderle a Reinaldo. Del espigado cuerpo de Teo brotó una frase irónica: “No dice su nombre porque es un cobarde”. Peor aún, Teo, peor aún, no dice su nombre porque no se reconoce como individuo sino que es un simple vocero de otros más arriba. Una cámara profesional filmaba cada gesto nuestro, esperando una pose agresiva, una frase vulgar, un exceso de ira. La inyección de terror fue breve, el cumpleaños nos supo amargo. ¿Cómo podemos salir ilesos de todo esto? ¿De qué manera un ciudadano puede protegerse de un Estado que tiene la policía, los tribunales, las brigadas de respuesta rápida, los medios de difusión, la capacidad de difamar y mentir, el poder de lincharlo socialmente y convertirlo en un derrotado pidiendo perdón? ¿A qué le tienen tanto miedo? ¿Qué esperaban que ocurriera hoy en la calle 23 que detuvieron a varios bloggers? Siento un terror que casi no me deja teclear, pero quiero decirles a esos que hoy me amenazaron junto a mi familia, que cuando uno llega a cierto grado de pánico ya le da igual una dosis mayor. No voy a parar de escribir, ni de twittear; no tengo planes de cerrar mi blog, no abandonaré la práctica de pensar por cabeza propia y –sobre todo– no voy dejar de creer que ellos están mucho más asustados que yo.

Yoani Sánchez.