viernes, 26 de noviembre de 2010

Interpretaciones.

Me da vértigo el punto muerto
y la marcha atrás,
vivir en los atascos,
los frenos automáticos y el olor a gasoil.

Me angustia el cruce de miradas
la doble dirección de las palabras
y el obsceno guiñar de los semáforos.

Me da pena la vida, los cambios de sentido,
las señales de stop y los pasos perdidos.

Me agobian las medianas,
las frases que están hechas,
los que nunca saludan y los malos profetas.

Me fatigan los dioses bajados del Olimpo
a conquistar la Tierra
y los necios de espíritu.

Me entristecen quienes me venden clines
en los pasos de cebra,
los que enferman de cáncer
y los que sólo son simples marionetas.

Me aplasta la hermosura
de los cuerpos perfectos,
las sirenas que ululan en las noches de fiesta,
los códigos de barras,
el baile de etiquetas.

Me arruinan las prisas y las faltas de estilo,
el paso obligatorio, las tardes de domingo
y hasta la línea recta.

Me enervan los que no tienen dudas
y aquellos que se aferran
a sus ideales sobre los de cualquiera.

Me cansa tanto tráfico
y tanto sinsentido,
parado frente al mar mientras que el mundo gira.

Francisco M. Ortega Palomares.
“Ideario" del libro “Cuenta Atrás”.

 
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La idea de un canon sobre el P2P no convence

 ¿Pagarías 10 euros al mes para utilizar con traquilidad el P2P? Esa fue la propuesta del ciberactivista francés Jérémie Zimmermann: Gravar las conexiones de internet para compensar a los autores por las descargas… Pero la idea no convence a los españoles.
Lo cierto es que ni las operadoras, ni los usuarios, ni los autores parecen haberse emocionado con la propuesta de “contribución creativa” realizada por el cofundador de La Quadrature du Net, en una entrevista realizada por el Diario Público.
La idea de Zimmermann es así de simple: Cada suscriptor con una conexión de banda ancha podría pagar entre tres y diez euros al mes por concepto de P2P y a cambio, las autoridades y las operadoras deberían cesar “toda persecución” a esta forma de intercambio de datos.


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martes, 23 de noviembre de 2010

Denominaciones de origen.


Fue en el verano del 2003. Entonces currelaba en el mismo lugar que ahora y, con un mes de vacaciones por delante, decidimos nadar y guardar la ropa en La Habana. Siempre que viajo hay algo que me fascina, que me empalma la virtud y me agudiza el ingenio. Aquello no lo esperaba. Era la fiesta de los nombres. Al principio, todos me sorprendían. Luego, al tiempito, algunos pasaron a convertirse en habituales. Me pasmó en su momento. Me sorprendió de puro incoherente.
Yaricel, Himely, Yanaisi, Yuri, Yania, Yuraisy, Yoani, Yordanka, Yan, Yipsi, Yadel, Yumisleidys, Yoroemis, Yunel, Yoennis, Yargelis, Yannelis, Yunidis, Yeimer, Yuniseski, Yuriorkis, Yormani, Yoerkis… y unos cuantos mas raros, si los anteriores no lo son: Vicyohhandri, Eglys y Arasay. Generación Y.  Nombres que se pusieron de moda en los setenta en Cuba y aún hoy continúan. Verbena con bacanal para las letras hispanas.
Mas tarde, aún hubo más. Maikel, por Michael Jackson. Yunaiestei, por United States of America. Sariman, por Sara y Manuel. Leidan, por Leida y Daniel. Rayni, por nacer una noche de lluvia. Julimar, por Julio y María. Usnavy, por la armada estadounidense. Franmar, por Francisco y Marina. Euda, por Estados Unidos de América. Combinaciones lúcidas, algunas. Desafortunadas e inexpresivas otras. Sin duda aptas y elocuentes todas.
También andan en la brecha los mejunjes raro, raro a los que no consigo sacarles punta. Jonder, Dayan, Level, Vismay, Gelkis, Uziel, Erislandy, Salatiel,  Osbiel, Roidel, Asniel, Edisbel, Leovel, Mijaín, Idales, Evergreen, Mylady, Sugarcandy, Geisha, Danger o Alien. 
De igual forma surgen del asfalto a cada paso, los Yasser, Lenin, Indira, Hanói, Nairobi, Namibia, Israel, África o América por rememorar personajes, conflictos o geografía de otras latitudes. Incluso los  planetarios, -vocablo este que le gusta y mucho a la Pajín-, como Luna, Sol o Venus. También están los que en una noche de borrachera loca  del que se sabe que la lleva guapa, le da por ponerle a su churumbel un nombre al revés, como Legna (Ángel), Anele (Elena), Oiluj (Julio), Otsenre (Ernesto).
Hace un tiempo que no vuelvo por allí. Tengo algunos amigos que esperan mi visita para encenizarnos la quijotera y sacarle brillo a la noche. Algunos cuyo nombre escribí hoy aquí. Son nombres que me pesan en la conciencia de lo buenos que son y de no haberlos cavilado uno en su vida.

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jueves, 18 de noviembre de 2010

lachiado


El viento lleva soplando desde hace la tira de días. No he salido de casa más que para trabajar en estas últimas jornadas de quehacer y honradez. Me labro el mañana como me dejan y porque no, como persigo. Cuando reposo el trajín me siento un rato a escarbar en la internet y a leer musicando las novelas que me endiño. Es lo que hago. En ocasiones se me vira la pinza y  dejo llevar mi abstracción más allá de la carretera que linda mi refugio ya de noche.
El otro día, cayendo la luna al suelo, descubrí gracias a ese engendro llamado Twitter que alguien me seguía. Decidí en ese mismo instante perseguirle yo también por aquello de la intriga y la sorpresa. Me encontré con lachiado. No tenía el gusto de conocerla, creo. Tropecé con una voz que no sonaba por sonar, sino por el gusto de ser voz. Descubrí un léxico gamberro escrito en oro de ley, sentido del humor, y una falda agitanada haciendo mover lunares. Ahora que quieren cantar hasta los que no saben, ahora, suenan soplos de aire fresco y cascabeles. Que grande.
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jueves, 11 de noviembre de 2010

Decadencia.

Cuanta destrucción, cuanta frustración, cuanta tristeza.Cuanta necesidad de gritar, de exigir. Busquemos respuesta. Nos quitaron todo, pero no la resistencia. Ponte en pie.  No hay nada más hermoso que alguien cuando despierta. Alza la cabeza. Sin sangre, que nadie perezca. Como Víctor Jara diciéndole a su pueblo, “la libertad está cerca”.
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domingo, 7 de noviembre de 2010

Porrajmos: Un olvido imperdonable.


Escribo endiablado; disparo mensajes que golpean allá donde otros no se atreven a hacerlo. Hace ya más de un año que abrí este foso para que, entre otras cosas, dar voz a los que la  borrosa sociedad les niega un sitio. Escribo en rojo; porque rojo es el caldo de mis cañerías. Pasé la tarde leyendo y concluí que todas las plagas son la misma plaga. Ahora sé que apenas unas pocas voces se han alzado, después de más de setenta años, para defender la causa de los gitanos discriminados, esterilizados, perseguidos, expoliados y exterminados. Ninguna memoria, ninguna indemnización, ninguna conmemoración. Nada. El vacío absoluto. Ostracismo total.
Junto a los judíos, los gitanos fueron masacrados literalmente en los campos de concentración alemanes. Entre 220.000 y 500.000 gitanos fueron exterminados durante la 2ª Guerra mundial. Solo la noche del 31 de Julio del 44 en Auschwitz aniquilaron a veinte mil de ellos. Cuatro años antes, los nazis empezaron a probar con los gitanos, el Zyklon B, un insecticida a base de cianuro que les sirvió después para asesinar a millones de personas.
Desde la orilla que cala el otoño sigo dando guerra. La RAE precisa el terrorismo como una sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror. El terror es un miedo muy intenso, un método expeditivo de injusticia. Hubo y aún hay psicópatas que nos mean sonriendo y nos dicen que llueve. Yo tengo presente la dialéctica y los designios de Heinrich Himmler cada vez que me siento en mi letrina. Desde mi condición, hay ciertas esencias que no puedo respetar. Desde que era un gurrumino estuve al tanto de la honradez de la rebeldía. Solo espero que algún día se acaben los aguaceros. Y que los hijos de la gran puta simplemente, no surjan. No despunten.

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lunes, 1 de noviembre de 2010

De La Escala al cielo.

Después de la resaca que me dejó el fin de semana; con cena y humo bajo las luces de la noche el viernes, futbol del bueno a diez metros de los sueños el sábado, ahora toca cambiar de tercio y volver a proyectar  las palabras, desde el pasado, rumbo al futuro. En estos días me he dedicado a naufragar en la jodida internet a raíz de un correo recibido de un amigo sabio y fiel, que me retaba, si tenía huevos, a escribir algo sobre un gachó de Santander digno de mención en este foso.

La holgazanería propia de un puente como este, deja tiempo para estas cosas y, sobre todo, deja tiempo para leer y labrar el recuerdo con personajes pasados. Ayer me pasé media noche leyendo chismes de este jambo, para ver si se me pegaba algo. Y como lo único que se me anudó a la quijotera fue el letargo atrasado mezclado con grandes dosis de flojera, decidí levantarme temprano para dar a conocer, o  correr la voz de la vida y milagros del desenvuelto cántabro Ceferino Carrión, - que así se llamaba antes de viajar a las Américas-, y agradecer el cable que me tiró mi socio para seguir articulando letras en esta trinchera. Estamos pagados.

"Jean Leon era un hombre al lado del cual Frank Sinatra parecía un gilipollas" dijo el maestro Sabina hace unos años cuando un periodista le preguntó por el hombre que logró, no sin esfuerzo y penurias, tener a la crème del luxe y del glamour del  Hollywood haciendo cola a las puertas de su restaurante en Los Ángeles. Lo jodido era encontrar a alguien que no hubiera pasado por sus mesas para dejarse llevar por los sentidos. Por las mesas de La Escala pasaron presidentes, actores, actrices, vividores, chuloputas, golfas, héroes, canallas y demás fauna que brillaba mas que la luz de un naipe recién estrenado. A todos, Jean les enseñó a comer porque no tenían ni puta idea. Antes de La Escala, solo habían Güisquis y Bistecs; después vino el sentido y la exquisitez. Siempre anduvo buscando el caldo perfecto; fue una de sus eternas luchas. Caminó durante años sobre las brasas del lujo con la agilidad de un tigre de bengala. Su historia, singular, genial y envenenada por un destino cabrón que nos marca las cartas al nacer. Lejos de Hollywood, pasó sus últimos días navegando con unas amigas tailandesas antes de fallecer, el 6 de octubre de 1996. 

P.D. La revista Wines eligió en 1993 su cabernet sauvignon del 83 como uno de los 10 mejores caldos del mundo. Si queréis probar alguno, tendréis que aflojar la faltriquera. Hasta llegar al fondillo.

http://www.jeanleon.com/esp/index-esp.html
 
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