lunes, 7 de junio de 2010

La penúltima cena.


La noche prometía devaneo, bullicio, jarana. La confirmación del auditorio y el menú aseguraban el éxito del festín. Como no podía ser de otra forma el Sr. Valero se metió en el bolsillo a la asamblea con la elección del sitio y pactando el condumio. Apostó al caballo ganador, el muy cabrón. Cuando hace un par de años arrancó este cuento, no pensé que se convertiría en tradición. Entre unas cosas y otras se trataba de contarnos lo pasado y no lo que nos estaba pasando. Ahora todo ha cambiado. La historia se convirtió en habitual y quizá ese sea su encanto. El merito inicial lo tuvo Cesar cuando se implicó hasta la rabadilla en volver a juntarnos a todos después de veintitantos años. Y el gachó lo bordó. Bienaventurada tu vida mamalón.
Fue una comilona espléndida, el recreo del último día de curso en un ambiente sin igual. El reservé y la luz de la luna entrando por los ventanales nos enredó entre el vino, el marisco y el pescado. Cantamos, nos reímos, y recordamos otros tiempos. Hasta el Riera se cascó un Epicure defendiendo a la ministra por su próxima ley Sin Humo. Benditos contrasentidos si la comitiva acompaña. Que decir que no sepáis, un lujo al alcance de muy pocos. Recordé otros tiempos, cuando éramos críos y rumié lo que hemos madurado. Y me encantó. Perdimos los prejuicios y las cegueras de antaño y sin duda la velada fue todo un triunfo. La próxima, podría ser comida para tener más tiempo. Ya sabéis que en las cenas la noche aprieta y no me equivoco mucho si digo que para la mayoría se quedó corto. Nos va la marcha. Como aquel documental musiquero de finales de los setenta con Rosendo al frente de Leño, Coz y compañía.
El sitio de mi recreo cantaba Antoñito Vega. La penúltima cena musicaban los Mártires del Compás. Muchas canciones, pero pocas cenas. Que se repita, pero mañana mismo si es posible. Y volvamos a brindar, salud cabrones. Pero con el cava de fariña que nos marcamos en la cena. No te jode, con penas a nuestra edad.
Felicidades a todos, de verás. Fue una suerte compartir la velada.
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1 comentario:

  1. Socio me ha alegrado leer, primero que os sigáis juntando (cojonuda iniciativa). Y segundo que la velada fuera a pedir de boca, jejeje, nunca mejor dicho. Un saludo pa la peña.
    AnGeL.-

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