jueves, 2 de diciembre de 2010

Con gustillo.

Leo con gustillo el libro que me regaló mi socio el Buitre. Un libro de política y economía actual que pone los puntos sobre las íes en esta España que se desmorona con el paso de los días. El licenciado Recarte destripa con particular simpleza el mal funcionamiento de los bancos centrales, la política proteccionista de los gobiernos, el endeudamiento siniestro y a cara perro de España para financiar fiestas, putas y desmanes de consumo exagerado que nos han llevado a la situación en la que nos vemos inmersos en la actualidad. Me cae bien ese puto calvo. No coincido en el fondo, claro, desde mi condición libertaria hay ciertas cosas que nunca podría asumir. Aunque sí en la forma que advierte que esto se va al garete.
Mientras buceo en sus páginas me doy cuenta que las navidades ya no quedan tan lejos. Esos días de misericordia donde los poderosos, -y los que no lo son tanto-, practican la jodida bondad de la forma menos natural que puede existir. En las fechas señaladas. El resto del año, a chuparla. A parla. En fin, que mientras me baño en números y en tablas económicas me doy cuenta de que me quedan pocos libros sin leer en mi chabola y que tendría que hacer acopio de unos cuantos para pasar estos días de ocio e inanición de la mejor forma que sé. O que puedo. Y como la puta clemencia acabamos practicándola todos, -a los que no nos gusta, y a los que sí-, a mi me blandea leer novelas. Así que si de limosnas estamos hablando, yo prefiero un buen lomo para calibrar el tiempo. Para disfrutar. De papel, claro. El otro, el embuchado, ese símbolo fálico y desgarrador, os lo podéis meter por el ass. En Ingles, si, que no se diga que no estoy cultivao. Ahí van algunas de mis pretensiones, aunque acepto calderilla:
* Alexander Solzsenitsin: “Archipiélago Gulaj”. Mis mas sinceras gracias, Francisco. Eres el Rey.
* Enrique Cirulés: “Mafia y mafiosos en La Habana”.
* Pedro Juan Gutiérrez: “Trilogía sucia de La Habana”.
* Antonio Escotado: “Los enemigos del comercio”. (Este lo tenía y lo leí, no sé quién fue el cabrón que lo sacó de mi cabaña y no me lo devolvió).
* Daniel Stulin: “Operación Octopus”.
Mientras tanto sigo en el Sur, de donde nunca me marché. Y sigo esperando la mejor literatura, aquella que no tiene otra puta finalidad que la de entretener.

1 comentario:

  1. Jo compadre, tú no lees, tú los devoras como si del lomo embuchado fálico se tratase, jeje.
    Un saludo socio.

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