Una nueva tendencia nipona que oscila entre la trampa y la provocación. No son faldas transparentes, es una impresión en la tela de un dibujo. No es una puta coña, según creo. Aunque puede ser que me equivoque y me tenga que dar una patada en el frontal de mis escrotos, por bocazas. En todo caso, me impactó y de ahí la divulgación. Si alguien se siente ofendido que se joda. Os dejo las tomas de la noticia.
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