Janis Joplin hincó el pico 16 días después del puto rey del Rock. Coincidieron en Woodstock donde ella bordó el Piece of my heart más legendario de todos cuantos le salieron de su voz rasgada, rebelde y rota. Cuando pasó lo del Hendrix ella andaba grabando el Pearl, y la noche del 4 de Octubre salió a celebrar que su perla estaba casi terminada. Como casi siempre en ella, la tajada de esa noche fue de las que crean afición y después de mezclar litros de güisqui con heroína de pureza extrema las consecuencias solo eran cuestión de tiempo. Fué descubierta 18 horas después en su habitación mas seca que la mojama de Barbate.
Con ella se fue la que es considerada en la actualidad la primera mujer estrella del Rock n´ Roll. Forjó la leyenda en su juventud, frecuentando y malviviendo en los bares de Louisiana escuchando el jazz y el blues mas canalla, negro, tabernero y sórdido. Poco tiempo después ya se animaba a subir a cantar. Si hubiera vivido lo suficiente podría haber escrito la canción de su propia vida porque su existencia fue un blues. Un puto, amargado y melancólico blues.
Ahora que el Jackson nos lo endiñan hasta las orejas yo reivindico el Rock. Y a sus fatales figuras de los 60 y de los 70. Solo 16 días después de Hendrix se fue también la buena de Joplin. Meses antes fue Brian Jones el que se quedó en el camino y algo menos de un año después otro crack, Jimmy Morrison. (“ Yo soy el rey lagarto, yo parto y reparto”)
Pero esa es otra historia que ya os contaré en otro momento.
Hasta entonces, ¡Larga vida al Rock n´ Roll!
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